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martes, 10 de agosto de 2010

Prácticas electorales: rumbo a 2012...


Manuel Verdugo Cubillos
Vallenar, III Región.

Ciudadanos y militantes

Al iniciar este comentario debemos considerar, que aun falta mucho tiempo para llegar a las elecciones municipales, ya sea de alcaldes y concejales, más aun para de parlamentarios, ya sea senadores y diputados, sin embargo “ya” se deja ver que hay muchas “cuerdas para esos trompos”: Candidatos, que sin estar nominados, por las tiendas en que militan, nos están mandando un “téngase presente”, o mas bien “ténganme presente” , no solamente al electorado, también a “su tienda política”.

En lo personal me preocupa que se continúe con esa práctica, que ha traído tan nefastos resultados, especialmente pues quienes continúan con aquello son quienes “ofician” como lideres, más bien caudillos, y para llevar “agua a su molino” han desprestigiado la política y con ello el partido en que militan, donde las bases de el partido no son otra cosa que “clientes”. Si quien está en el cargo es de “su conglomerado” se hace una crítica acida, mordaz, desleal, sentando cátedra de “como” el yo haría tal o cual cosa, eso de persona a persona, en especial si es “su cliente”, no se le ocurre al comentarista, ni a quien lo escucha, poner “esos supuestos” conocimientos a dispocisicion del ejercicio del cargo para bien de la comunidad. Si quien oficia en el cargo es de la “vereda del frente” la acidez de la critica ya no tiene limites, se le atribuye todo tipo de malas intenciones y se usa al partido y conglomerado para que contribuyan a las andanadas de desprestigio. En esas condiciones estamos por hoy.

Nosotros como electores tenemos algo que hacer y decir en todo esto. Lo primero debiera ir en saber quién nos dice eso y de la consecuencia que ha tenido en el tiempo, lo segundo es cual es la fuente de ingresos en el oficio o profesión en que se desempeña. Digo esto pues, variando de la importancia del municipio, es “el sueldo” que recibe, eso va desde los $3.600.000 (tres millones seiscientos mil pesos) de municipios pequeños, hasta cifras que son muchas veces superiores. Eso como sueldo, sin contar entradas por concepto de viáticos, gastos de representación, vivienda, locomoción, teléfono, pasajes, gastos de estadía, etc. Si la fuente de ingresos, de el “postulante” en la mayoría de los casos no llega a $1.500.000, (un millón quinientos mil pesos), debemos suponer que “las ganas” de ocupar el cargo tiene muy poco que ver con el “manoseado” servicio publico , es cosa de “aumentar” las entradas, amén que ese cargo ,normalmente es una “rampa “ de lanzamiento para postulaciones de mayor entrada. Todo eso sin contar lo que entre gallos y media noche un inescrupuloso puede obtener, a través del poder, que es quien da permisos, concesiones, contratos etc.

De esta situación, si bien es verdad, un culpable es quien usa esas practicas, no menos verdad es que también somos culpables los electores al no darnos cuenta del poder de que disponemos con nuestro voto y apreciar si a quien distinguimos con él lo amerita o somos meros peldaños en su escalona-r, eso como electores, mayor responsabilidad nos cabe en el caso de militantes, que por promesas, amigismo, acomodos persónales, temor o mero abandonó del compromiso con la organización y/o con la ciudadanía permitimos esas actuaciones .

Considerando, que un partido político representa un “proyecto económico, social y político” que se le presenta a la sociedad, por lo que en lo primero debe ser el partido quien haga el proyecto en cuestión y después buscar quien defenderá ese proyecto dentro de sus militantes. Hoy ocurre que el candidato hace “su” proyecto, cuando lo hace como un “traje a la medida”. Esta realidad podemos cambiarla, de hecho, en las pasadas elecciones, ya se asumió , parte de esa realidad , cuando 58 alcaldías se perdieron al “tratar” de imponerle al electorado un determinado candidato , o sea demostró su potencia la ciudadanía , por encima de la militancia . En esta visión debemos tratar también a quien no ejerce su “derecho y deber” no inscribiéndose en los registros electorales, esto es un llamado a esas personas que por su abandono ciudadano son también responsables de las vicisitudes de nuestra patria. Es sabido, que “la casta política” trata de perpetuar este estado de cosas como “el gato pardo” hacer los cambios para que todo siga igual”, me refiero a la ley que se tramita, donde se crea inscripción automática y voto voluntario. Si los impuestos son obligatorios, que permite que no sea “obligatorio” elegir” nuestros gobernantes

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